Un niño se te acercó letra - Descubre la canción del coro parroquial
Un encuentro inesperado
- Un encuentro inesperado
- La generosidad de un niño
- Un acto que cambió vidas
- El ejemplo a seguir
- Un mundo que cuidar
- El poder de la ayuda mutua
- Un llamado a ser servidores
- La promesa de darlo todo
- La presencia de Dios en nuestras vidas
- Superando los obstáculos con amor
- El orgullo de ser un testimonio vivo
- El poder del amor desinteresado
- El amor que todo lo puede
- La certeza de que nunca nos faltará
- El orgullo de ser un reflejo de Dios
- El amor que vence cualquier adversidad
Una tarde, en medio de la rutina diaria, un niño se acercó a ti. Fue un encuentro inesperado, pero que cambiaría la vida de todos los presentes. Ese niño, con su inocencia y generosidad, nos enseñó una lección que nunca olvidaremos.
La generosidad de un niño
El niño se acercó a ti y te ofreció sus 5 panes. No importaba que fueran pocos, lo importante era su acto de generosidad. Ese gesto desinteresado nos recordó la importancia de compartir y ayudar a los demás, sin importar cuánto tengamos.
Un acto que cambió vidas
Ese acto de generosidad cambió vidas. Los panes se multiplicaron y todos pudieron comer. Fue un milagro que nos recordó que cuando nos unimos y compartimos, podemos superar cualquier dificultad.
El ejemplo a seguir
Tú, con tu acto de generosidad, te convertiste en un ejemplo a seguir para todos nosotros. Nos mostraste que no importa nuestra edad o nuestras limitaciones, siempre podemos hacer algo por los demás. Nos enseñaste que el amor y la solidaridad son más poderosos que cualquier obstáculo.
Un mundo que cuidar
Ese encuentro con el niño nos recordó la importancia de cuidar nuestro mundo. Nos mostró que debemos ser responsables con el medio ambiente y con todos los seres vivos que lo habitan. Nos enseñó que cada pequeño gesto cuenta y que juntos podemos hacer grandes cambios.
El poder de la ayuda mutua
El acto del niño nos recordó que todos necesitamos ayuda en algún momento de nuestras vidas. Nos enseñó que debemos estar dispuestos a ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio. Nos mostró que la ayuda mutua es la base de una sociedad fuerte y solidaria.
Un llamado a ser servidores
El encuentro con el niño nos hizo reflexionar sobre nuestro papel en el mundo. Nos llamó a ser servidores, a poner nuestras habilidades y recursos al servicio de los demás. Nos recordó que la verdadera grandeza está en servir y no en ser servido.
La promesa de darlo todo
Ante ese acto de generosidad, todos nos comprometimos a darlo todo por los demás. Prometimos poner nuestras habilidades y recursos al servicio de los más necesitados. Nos comprometimos a ser generosos y solidarios en todo momento.
La presencia de Dios en nuestras vidas
El encuentro con el niño nos recordó la presencia de Dios en nuestras vidas. Nos mostró que Dios se manifiesta a través de las personas y que debemos estar atentos a sus señales. Nos enseñó que Dios está presente en cada acto de amor y generosidad.
Superando los obstáculos con amor
El acto del niño nos enseñó que el amor puede superar cualquier obstáculo. Nos mostró que cuando amamos de verdad, somos capaces de enfrentar cualquier dificultad. Nos recordó que el amor es la fuerza más poderosa que existe.
El orgullo de ser un testimonio vivo
Después de ese encuentro, nos sentimos orgullosos de ser un testimonio vivo del amor y la generosidad. Nos sentimos orgullosos de poder compartir nuestra historia y motivar a otros a hacer lo mismo. Nos sentimos orgullosos de ser parte de un coro parroquial que canta con el corazón.
El poder del amor desinteresado
El acto del niño nos mostró el poder del amor desinteresado. Nos enseñó que cuando amamos sin esperar nada a cambio, somos capaces de hacer milagros. Nos recordó que el amor es la fuerza que puede transformar el mundo.
El amor que todo lo puede
El encuentro con el niño nos recordó que el amor todo lo puede. Nos mostró que cuando amamos de verdad, somos capaces de hacer cosas increíbles. Nos enseñó que el amor es la respuesta a todas nuestras preguntas y la solución a todos nuestros problemas.
La certeza de que nunca nos faltará
Después de ese encuentro, quedó en nosotros la certeza de que nunca nos faltará. Nos dimos cuenta de que cuando ponemos nuestra confianza en Dios, él siempre proveerá. Nos sentimos seguros de que nunca nos faltará nada.
El orgullo de ser un reflejo de Dios
Después de ese encuentro, nos sentimos orgullosos de ser un reflejo de Dios en el mundo. Nos dimos cuenta de que cuando amamos y ayudamos a los demás, estamos mostrando el amor de Dios. Nos sentimos orgullosos de ser portadores de su luz.
El amor que vence cualquier adversidad
El acto del niño nos enseñó que el amor puede vencer cualquier adversidad. Nos mostró que cuando amamos de verdad, somos capaces de superar cualquier obstáculo. Nos recordó que el amor es la fuerza que nos impulsa a seguir adelante.
El encuentro con el niño nos enseñó muchas lecciones importantes. Nos recordó la importancia de ser generosos y solidarios, de cuidar nuestro mundo y de poner nuestras habilidades al servicio de los demás. Nos mostró el poder del amor y la presencia de Dios en nuestras vidas. Nos dejó la certeza de que nunca nos faltará y nos inspiró a ser un reflejo de Dios en el mundo. Aprendimos que el amor todo lo puede y que juntos podemos superar cualquier adversidad. Que ese encuentro con el niño sea siempre un recordatorio de la importancia de amar y ayudar a los demás.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.