Oración al Santísimo Sacramento del Altar: Bendito sea Dios

- Bendito sea su Santo Nombre
- Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre
- Bendito sea el Nombre de Jesús
- Bendito sea su Sacratísimo Corazón
- Bendito sea su Preciosísima Sangre
- Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
- Bendito sea el Espíritu Santo Consolador
- Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen María
- Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción
- Bendita sea su gloriosa Asunción
- Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre
- Bendito sea San José su casto esposo
- Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos
- Oremos
El Santísimo Sacramento del Altar es uno de los pilares fundamentales de la fe católica. Es en la Eucaristía donde Jesús se hace presente de manera real y sustancial, bajo las especies del pan y del vino. Es por eso que la oración al Santísimo Sacramento del Altar es una forma de adorar y alabar a Dios, reconociendo su presencia en este sacramento.
Bendito sea su Santo Nombre
En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, comenzamos bendiciendo el Santo Nombre de Dios. El nombre de Dios es sagrado y merece toda nuestra reverencia y adoración. Al bendecir su Santo Nombre, reconocemos su grandeza y su poder sobre todas las cosas.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre
En esta parte de la oración, reconocemos a Jesucristo como verdadero Dios y verdadero Hombre. Jesús es la segunda persona de la Santísima Trinidad, y se hizo hombre para salvarnos del pecado y de la muerte. Al bendecir a Jesucristo, reconocemos su divinidad y su humanidad, y le damos gracias por su sacrificio en la cruz.
Bendito sea el Nombre de Jesús
El Nombre de Jesús es poderoso y digno de toda alabanza. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos el Nombre de Jesús, reconociendo su autoridad y su amor por nosotros. Jesús es el Salvador del mundo, y al bendecir su Nombre, nos unimos a la multitud de fieles que lo adoran y lo glorifican.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón
El Corazón de Jesús es el símbolo de su amor infinito por la humanidad. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos su Sacratísimo Corazón, reconociendo su amor incondicional y su misericordia. El Corazón de Jesús es fuente de gracia y de vida, y al bendecirlo, nos abrimos a recibir su amor y su perdón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre
La Sangre de Jesús derramada en la cruz es el precio de nuestra redención. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos su Preciosísima Sangre, reconociendo su poder purificador y sanador. La Sangre de Jesús nos libra del pecado y nos da vida eterna, y al bendecirla, nos unimos a su sacrificio redentor.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
En esta parte de la oración, bendecimos a Jesús presente en el Santísimo Sacramento del Altar. En la Eucaristía, Jesús se hace presente de manera real y sustancial, bajo las especies del pan y del vino. Al bendecir a Jesús en el Santísimo Sacramento, reconocemos su presencia viva en medio de nosotros y le ofrecemos nuestra adoración y nuestro amor.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador
El Espíritu Santo es el Consolador prometido por Jesús. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos al Espíritu Santo, reconociendo su presencia y su acción en la Eucaristía. El Espíritu Santo nos guía y nos fortalece, y al bendecirlo, nos abrimos a su acción transformadora en nuestras vidas.
Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen María
María, la Madre de Jesús, es digna de toda bendición y alabanza. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos a la Santísima Virgen María, reconociendo su papel único en la historia de la salvación. María es la Madre de Dios y nuestra Madre espiritual, y al bendecirla, nos acercamos a ella en busca de su intercesión y protección.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción
La Concepción Inmaculada de María es un dogma de fe que afirma que María fue concebida sin pecado original. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos su Santa e Inmaculada Concepción, reconociendo su pureza y su santidad. María es la llena de gracia, y al bendecirla, nos acercamos a ella en busca de su ejemplo y de su ayuda.
Bendita sea su gloriosa Asunción
La Asunción de María al Cielo es otro dogma de fe que afirma que María fue llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos su gloriosa Asunción, reconociendo su exaltación y su participación en la resurrección de Cristo. María es la Reina del Cielo, y al bendecirla, nos unimos a la multitud de fieles que la veneran y la honran.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre
El Nombre de María es digno de toda bendición y alabanza. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos el Nombre de María, reconociendo su papel como Virgen y Madre de Jesús. María es la intercesora y la mediadora por excelencia, y al bendecir su Nombre, nos acercamos a ella en busca de su protección y de su amor maternal.
Bendito sea San José su casto esposo
San José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús, es digno de toda bendición y alabanza. En la oración al Santísimo Sacramento del Altar, bendecimos a San José, reconociendo su papel como protector y proveedor de la Sagrada Familia. San José es el modelo de padre y de esposo, y al bendecirlo, nos acercamos a él en busca de su ejemplo y de su intercesión.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos
En esta parte de la oración, bendecimos a Dios en sus Ángeles y en sus Santos. Los Ángeles y los Santos son seres celestiales que nos acompañan y nos protegen en nuestro camino hacia la santidad. Al bendecir a Dios en sus Ángeles y en sus Santos, reconocemos su presencia y su acción en nuestras vidas, y les pedimos su intercesión y su ayuda.
Oremos
La oración al Santísimo Sacramento del Altar concluye con una oración en la que pedimos a Dios que nos conceda venerar de tal modo los sagrados misterios de su Cuerpo y de su Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de su redención. Esta oración nos invita a acercarnos a la Eucaristía con fe y devoción, para que podamos recibir los abundantes dones que Dios nos ofrece a través de este sacramento.
La oración al Santísimo Sacramento del Altar es una forma de adorar y alabar a Dios, reconociendo su presencia en la Eucaristía. A través de esta oración, bendecimos el Santo Nombre de Dios, a Jesucristo, al Espíritu Santo, a la Virgen María, a San José, a los Ángeles y a los Santos. También pedimos a Dios que nos conceda venerar los sagrados misterios de su Cuerpo y de su Sangre, para que podamos experimentar constantemente en nosotros el fruto de su redención. Que esta oración nos ayude a crecer en nuestra fe y en nuestra relación con Dios.
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