Tu gloria, tu gloria: Cantos Marianos con la letra - Letras y acordes

Tu gloria, tu gloria, Gozoso este día
- Tu gloria, tu gloria, Gozoso este día
- ¡Oh dulce María! Publica mi voz
- Oh Virgen, oh Madre, Oh cándida estrella
- Cuán pura cuán bella La aurora te vio
- Tu faz reluciente Al Orbe oprimido
- Del sol prometido Tu mano potente
- Después de mil penas Las duras cadenas
- Al hombre rompió
- De tierna doncella Vencido se humilla
- Luzbel que a la silla Suprema anheló
- Pisó valeroso Tu pie victorioso
- Del fiero dragón
- Tú salvas al mundo Tú aplacas al cielo
- Tú das a este suelo Un rey salvador
- Los ángeles todos Entonan hoy día
- Con gran armonía. Un himno de amor
- Un himno a la niña Más pura y más bella
- Que trajo con ella Al Dios Redentor
- Mil veces felices, Mil veces Señora
- Mil veces la hora Que el mundo te vio
- Rendido mi pecho Celebra tu gloria
- ¡Victoria, Victoria, MARÍA TRIUNFÓ!
En el mundo de la música religiosa, los cantos marianos ocupan un lugar especial. Estas hermosas canciones están dedicadas a la Virgen María, madre de Jesús, y son una forma de expresar devoción y amor hacia ella. Uno de los cantos marianos más populares es "Tu gloria, tu gloria", una canción llena de alegría y gratitud hacia la Virgen María.
La letra de "Tu gloria, tu gloria" es una invitación a celebrar y alabar a María por su papel en la historia de la salvación. La canción nos recuerda que María es una figura poderosa y llena de gracia, y nos invita a unirnos a ella en su gozo y alegría. Es un canto de alabanza y agradecimiento, que nos invita a reconocer la importancia de María en nuestra fe.
¡Oh dulce María! Publica mi voz
En el primer verso de la canción, se hace referencia a María como "dulce María". Esta expresión resalta la ternura y el amor que sentimos hacia ella. La letra también nos invita a que nuestra voz sea publicada, es decir, a que compartamos con el mundo nuestra devoción y amor hacia María. Es un llamado a ser testigos de nuestra fe y a difundir el mensaje de amor y esperanza que María representa.
Oh Virgen, oh Madre, Oh cándida estrella
En el segundo verso, se utilizan diferentes atributos para describir a María. Se le llama "Virgen" y "Madre", resaltando su doble papel en la historia de la salvación. También se le llama "cándida estrella", haciendo referencia a su pureza y luminosidad. Estos atributos nos ayudan a comprender la grandeza y la importancia de María en nuestra fe.
Cuán pura cuán bella La aurora te vio
En el tercer verso, se destaca la pureza y la belleza de María. Se compara su imagen con la aurora, el amanecer, que es un momento de renovación y esperanza. Esta comparación nos invita a contemplar la belleza y la gracia de María, y a reconocer su papel en la llegada de la luz y la salvación al mundo.
Tu faz reluciente Al Orbe oprimido
En el cuarto verso, se menciona la faz reluciente de María. Su rostro brilla con luz propia, iluminando a un mundo oprimido por el pecado y la oscuridad. María es una fuente de esperanza y consuelo para aquellos que se sienten oprimidos y necesitados de ayuda. Su presencia nos trae luz y nos guía en nuestro camino hacia Dios.
Del sol prometido Tu mano potente
En el quinto verso, se hace referencia al sol prometido. Esto hace alusión a Jesús, el Hijo de Dios, quien es comparado con el sol por su poder y su luz. La mano potente de María nos muestra su papel como mediadora entre nosotros y su Hijo. Ella nos ayuda a acercarnos a Jesús y a recibir su gracia y salvación.
Después de mil penas Las duras cadenas
En el sexto verso, se mencionan las penas y las cadenas que María ha superado. A lo largo de su vida, María enfrentó numerosos desafíos y sufrimientos, pero siempre mantuvo su fe y su confianza en Dios. Su ejemplo nos inspira a perseverar en medio de las dificultades y a confiar en la providencia divina.
Al hombre rompió
En el séptimo verso, se destaca el poder de María para liberar al hombre. A través de su intercesión y su amor maternal, María rompe las cadenas del pecado y nos ayuda a encontrar la libertad en Cristo. Ella es una aliada poderosa en nuestra lucha espiritual y nos muestra el camino hacia la redención.
De tierna doncella Vencido se humilla
En el octavo verso, se menciona la humildad de María. A pesar de su grandeza y su papel en la historia de la salvación, María se presenta como una tierna doncella, dispuesta a servir y a obedecer la voluntad de Dios. Su humildad nos enseña la importancia de la humildad en nuestra propia vida espiritual.
Luzbel que a la silla Suprema anheló
En el noveno verso, se menciona a Luzbel, también conocido como Lucifer, quien anheló la silla suprema, es decir, el trono de Dios. Esta referencia nos recuerda la lucha entre el bien y el mal, y cómo María, con su pie victorioso, pisó al dragón, es decir, venció al diablo. María es un ejemplo de fortaleza y victoria sobre el mal.
Pisó valeroso Tu pie victorioso
En el décimo verso, se destaca nuevamente la victoria de María sobre el mal. Su pie valeroso pisa al dragón, simbolizando su poder y su triunfo sobre el diablo. Esta imagen nos inspira a confiar en la protección de María y a buscar su intercesión en nuestra lucha espiritual.
Del fiero dragón
En el undécimo verso, se menciona nuevamente al dragón, símbolo del mal y del pecado. María, con su poder y su amor maternal, nos libera de las garras del dragón y nos ayuda a encontrar la paz y la salvación en Cristo. Su intercesión es un regalo invaluable en nuestra vida espiritual.
Tú salvas al mundo Tú aplacas al cielo
En el duodécimo verso, se destaca el papel de María como salvadora y pacificadora. Ella es capaz de salvar al mundo y de aplacar la ira divina. Su intercesión nos acerca a la misericordia de Dios y nos ayuda a encontrar la paz y la reconciliación en nuestra vida.
Tú das a este suelo Un rey salvador
En el decimotercer verso, se menciona el regalo de María al mundo: un rey salvador. María es la madre de Jesús, el Hijo de Dios, quien vino al mundo para salvarnos del pecado y de la muerte. Su maternidad divina nos muestra el amor inmenso de Dios por nosotros y nos invita a acoger a Jesús en nuestra vida.
Los ángeles todos Entonan hoy día
En el decimocuarto verso, se menciona a los ángeles que entonan un himno de amor a María. Los ángeles son seres celestiales que nos acompañan y nos protegen en nuestro camino hacia Dios. Su canto de amor a María nos invita a unirnos a ellos en nuestra devoción y alabanza a la Virgen.
Con gran armonía. Un himno de amor
En el decimoquinto verso, se destaca la armonía y el amor que se expresan en el himno de los ángeles. Este himno es una expresión de gratitud y alabanza hacia María, y nos invita a unirnos a ellos en nuestra propia alabanza y gratitud. Es un recordatorio de la importancia de la música en nuestra vida espiritual.
Un himno a la niña Más pura y más bella
En el decimosexto verso, se menciona a María como una niña pura y bella. Esta imagen nos recuerda la pureza y la inocencia de María, y nos invita a acercarnos a ella con un corazón puro y sincero. María es un modelo de virtud y nos muestra el camino hacia la santidad.
Que trajo con ella Al Dios Redentor
En el decimoséptimo verso, se destaca el papel de María como portadora de Dios Redentor. Ella fue elegida para ser la madre de Jesús, quien vino al mundo para redimirnos y ofrecernos la salvación. María nos muestra el camino hacia Jesús y nos ayuda a acercarnos a él con fe y devoción.
Mil veces felices, Mil veces Señora
En el decimoctavo verso, se expresa la felicidad y la alegría que sentimos al recordar a María. La repetición de "mil veces" enfatiza la intensidad de esta alegría y gratitud. María es nuestra Señora y nuestra madre espiritual, y nos llena de felicidad y gozo al recordar su amor y su intercesión.
Mil veces la hora Que el mundo te vio
En el decimonoveno verso, se menciona la importancia de cada momento en que el mundo ha visto a María. Cada vez que recordamos y honramos a María, estamos reconociendo su papel en la historia de la salvación y su amor por nosotros. Cada hora que dedicamos a María es un regalo invaluable en nuestra vida espiritual.
Rendido mi pecho Celebra tu gloria
En el vigésimo verso, se menciona la rendición del pecho, es decir, del corazón, en honor a la gloria de María. Nuestro corazón se llena de alegría y gratitud al recordar y alabar a María. Su gloria es motivo de celebración y nos invita a abrir nuestro corazón a su amor y a su intercesión.
¡Victoria, Victoria, MARÍA TRIUNFÓ!
En el último verso, se proclama la victoria de María. Ella triunfó sobre el mal y nos muestra el camino hacia la salvación. Su intercesión y su amor maternal nos acompañan en nuestra lucha espiritual y nos ayudan a alcanzar la victoria en Cristo. María es nuestra aliada y nuestra guía en nuestro camino hacia Dios.
"Tu gloria, tu gloria" es un canto mariano lleno de alegría y gratitud hacia la Virgen María. Su letra nos invita a celebrar y alabar a María por su papel en la historia de la salvación. Es un recordatorio de la importancia de María en nuestra fe y nos invita a unirnos a ella en su gozo y alegría. Que este canto nos inspire a profundizar nuestra devoción y amor hacia María, y a buscar su intercesión en nuestra vida espiritual.
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