Señor de la Justicia: Oración para ganar juicios

Oh mi adorado Señor de la Justicia, mi buen Jesús de Nazaret, me acerco a Ti con gran amor y humildad. Sin conocerme, por tu misericordia infinita, sufriste y diste la vida por mí. Con toda mi fe y esperanza, te pido fuerza para sobrellevar las dificultades y derrames sobre mí tu santa y divina misericordia.
Sé que soy un pobre pecador y he cometido errores, pero confío en tu infinita bondad y en que siempre me perdonas. Acógeme en tu Divina Presencia, quiero sentir tu amparo fuertemente en mi vida. Con tu verdadero amor, con tu verdad y justicia, me siento protegido y acompañado.
Te pido que cambies mi situación y me des fortaleza, paz y tranquilidad. Tiende hacia mí tu Mano Divina y aleja de mí tanta desdicha y preocupación. Socorre a los más débiles, a los humildes y sencillos. Preocúpate por mis agobios y dame salud, calma y reposo. Aleja todo lo que me oprime y líbrame de toda persona con mala voluntad.
Ruego que agilices y resuelvas mis trámites y líos legales y judiciales. Haz que todo se solucione a mi favor, que salga libre de toda demanda en mi contra. Que en los juicios la sentencia me sea favorable y que salga victorioso en los temas de tribunales. También te pido tu asistencia en mis problemas con documentos y permisos.
Señor de la Justicia, te suplico que hagas que la justicia y la verdad resplandezcan en mi vida. Que nada de todo esto perjudique a mi familia ni a mí. Me entrego a Ti, a tu santísima voluntad y espero en ti. En tu ley y en tu justicia confío, creo y espero. Ayúdame a salir de esta mala situación y a cumplir mis metas y anhelos.
Te doy gracias por estar siempre cuando te necesito, por tu misericordia y tu auxilio. Gracias por hacer posible lo que yo veo imposible y por todo lo que haces por los afligidos. Lléname de justicia, salud y bendiciones, para gloria tuya y bienestar de mi hogar.
Enséñame a practicar las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, a amar a mis semejantes como a mí mismo. No me abandones nunca en los momentos difíciles de mi diario existir. Amén.
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