Oración de Santo Tomás de Aquino: Descubre su poder y significado

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La oración de Santo Tomás de Aquino es una poderosa plegaria que ha sido transmitida a lo largo de los siglos y que sigue siendo relevante en la actualidad. Santo Tomás de Aquino, reconocido teólogo y filósofo del siglo XIII, es conocido por su profunda espiritualidad y su búsqueda constante de la verdad. Esta oración refleja su profundo amor y devoción a Dios, así como su deseo de vivir una vida en conformidad con la voluntad divina.

En este artículo, exploraremos la importancia de la oración en la vida de Santo Tomás de Aquino, los elementos clave de su oración y el significado profundo de cada petición. También discutiremos la relevancia de esta oración en la actualidad y cómo podemos aplicarla en nuestras propias vidas.

La importancia de la oración en la vida de Santo Tomás de Aquino

Para Santo Tomás de Aquino, la oración era una parte fundamental de su vida espiritual. Él entendía que a través de la oración, podía establecer una conexión íntima con Dios y recibir su gracia y guía. La oración era su forma de comunicarse con Dios y expresar su amor y gratitud.

Santo Tomás de Aquino dedicaba largos períodos de tiempo a la oración diaria. Para él, la oración no era simplemente una obligación religiosa, sino una oportunidad para buscar la presencia de Dios y crecer en su relación con Él. A través de la oración, Santo Tomás de Aquino buscaba la sabiduría divina y la fortaleza para vivir una vida virtuosa.

Los elementos clave de la oración de Santo Tomás de Aquino

La oración de Santo Tomás de Aquino está compuesta por una serie de peticiones que reflejan sus deseos más profundos. Cada petición tiene un significado profundo y nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios. A continuación, analizaremos cada una de estas peticiones:

1. "Dame, Señor y Dios mío, que no decaiga, ni en la prosperidad ni en la adversidad."

Esta petición refleja la humildad de Santo Tomás de Aquino y su reconocimiento de que tanto la prosperidad como la adversidad pueden ser pruebas para nuestra fe. Él pide a Dios que le conceda la fortaleza para mantenerse firme en su fe, sin importar las circunstancias.

2. "Que no me ensoberbezca en alguna cosa, ni me deprima en otra."

Santo Tomás de Aquino reconoce la importancia de la humildad en la vida espiritual. Él pide a Dios que lo proteja de la soberbia y la vanidad, así como de la tristeza y la desesperación. Esta petición nos invita a buscar un equilibrio en nuestras emociones y a confiar en la providencia divina en todas las circunstancias.

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3. "De nada goce o me duela sino en lo que me lleve a ti o me separe de ti."

Esta petición nos recuerda la importancia de poner a Dios en el centro de nuestras vidas. Santo Tomás de Aquino busca encontrar su alegría y su consuelo en Dios, y reconoce que todo lo demás es pasajero y sin valor duradero.

4. "A nadie desee agradar, ni a nadie tema disgustar, sino a ti."

Santo Tomás de Aquino busca la aprobación y el agrado de Dios por encima de cualquier otra persona. Él entiende que es imposible complacer a todos y reconoce que su verdadero propósito es agradar a Dios en todo lo que hace.

5. "Sea para mí despreciable todo lo pasajero, y sea para mí querido todo lo tuyo."

Esta petición refleja la renuncia de Santo Tomás de Aquino a las cosas mundanas y su deseo de buscar lo eterno. Él pide a Dios que le ayude a valorar lo que es verdaderamente importante y a despreciar lo que es temporal y sin valor duradero.

6. "Que me hastíe el gozo de lo que sea sin ti, que no desee nada que esté fuera de ti."

Santo Tomás de Aquino reconoce que solo en Dios puede encontrar verdadera alegría y satisfacción. Él pide a Dios que le ayude a no buscar la felicidad en las cosas materiales o en las experiencias mundanas, sino a encontrar su plenitud en la presencia divina.

7. "Que me deleite el trabajo hecho por ti, que me sea penoso todo descanso que sea sin ti."

Esta petición nos invita a encontrar un propósito y un significado en nuestro trabajo y a reconocer que todo lo que hacemos es un regalo de Dios. Santo Tomás de Aquino busca encontrar alegría en el trabajo que realiza en nombre de Dios y reconoce que el descanso sin la presencia divina carece de sentido.

8. "Concédeme, Señor, dirigir constantemente el corazón hacia ti, y que en mis fallos sepa dolerme con el propósito de la enmienda."

Santo Tomás de Aquino busca la gracia de Dios para mantener su corazón y su mente enfocados en Él en todo momento. Él reconoce que es humano y que cometerá errores, pero pide a Dios que le ayude a aprender de sus errores y a buscar la enmienda y el crecimiento espiritual.

9. "Hazme, Señor y Dios mío, obediente sin contradecir, pobre sin ser miserable, casto sin depravación, paciente sin murmuración."

Esta petición refleja el deseo de Santo Tomás de Aquino de vivir una vida virtuosa en todas las áreas. Él busca la gracia de Dios para ser obediente sin cuestionar, pobre sin caer en la miseria, casto sin caer en la depravación y paciente sin quejarse.

10. "Humilde sin ficción, alegre sin disolución, triste sin abatimiento, maduro sin pesadez, ágil sin ligereza, temeroso sin desesperación."

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Santo Tomás de Aquino busca la virtud en todas las áreas de su vida. Él pide a Dios que le ayude a ser humilde sin fingir, alegre sin caer en la disolución, triste sin caer en el abatimiento, maduro sin ser pesado, ágil sin ser ligero, y temeroso sin caer en la desesperación.

11. "Que sea sincero sin hipocresía, que haga el bien sin ser presuntuoso, que corrija al prójimo sin arrogancia, que lo edifique con la palabra y el ejemplo."

Esta petición refleja el deseo de Santo Tomás de Aquino de vivir una vida auténtica y de ser un ejemplo para los demás. Él busca la gracia de Dios para ser sincero sin hipocresía, hacer el bien sin presumir, corregir a los demás sin arrogancia, y edificar a los demás con su palabra y su ejemplo.

12. "Concédeme, Señor, un corazón: vigilante, que ninguna curiosidad lo aparte de ti, noble, que ninguna influencia indigna lo envilezca, recto, que ninguna intención siniestra lo desvíe, firme, que ninguna tribulación lo debilite, libre, que ningún afecto violento lo reclame."

Santo Tomás de Aquino busca la gracia de Dios para tener un corazón vigilante y enfocado en Él en todo momento. Él pide a Dios que lo proteja de las distracciones y las influencias negativas, y que le conceda la fortaleza para resistir las tentaciones y las tribulaciones.

13. "Concédeme, Señor Dios mío, inteligencia que te conozca, diligencia que te busque, sabiduría que te encuentre, conducta que te agrade, perseverancia que te espere confiada y confianza de que un día al final te abrazaré."

Esta petición refleja el deseo de Santo Tomás de Aquino de conocer y amar a Dios cada vez más. Él busca la gracia de Dios para tener una inteligencia que le permita comprender la verdad divina, una diligencia que le impulse a buscar a Dios en todas las cosas, una sabiduría que le permita encontrar a Dios en todas las circunstancias, una conducta que sea agradable a Dios, una perseverancia que le permita esperar confiadamente en la promesa divina, y una confianza absoluta en que un día se encontrará con Dios cara a cara.

14. "Concédeme soportar ya aquí tus castigos como penitencia, servirme de tus beneficios por tu gracia, y gozar de tu gozo en la patria para tu gloria."

Santo Tomás de Aquino reconoce que la vida en este mundo está llena de pruebas y dificultades. Él pide a Dios que le ayude a aceptar estas pruebas como una forma de penitencia y a aprovechar los beneficios que Dios le concede como una muestra de su gracia. Finalmente, él anhela el gozo eterno en la patria celestial, donde podrá glorificar a Dios por siempre.

15. "Tú que vives y reinas y eres Dios por los siglos de los siglos. Amén. Santo Tomás de Aquino."

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Esta última parte de la oración es una afirmación de la fe de Santo Tomás de Aquino en la divinidad de Dios y su reconocimiento de que solo Él es digno de adoración y alabanza. Santo Tomás de Aquino concluye su oración con un "Amén", que significa "así sea", expresando su confianza en que Dios escuchará y responderá a sus peticiones.

La relevancia de la oración de Santo Tomás de Aquino en la actualidad

Aunque la oración de Santo Tomás de Aquino fue escrita hace siglos, su mensaje y su significado siguen siendo relevantes en la actualidad. Esta oración nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios y a buscar una vida de virtud y entrega a su voluntad.

Las peticiones de esta oración nos desafían a examinar nuestras motivaciones y deseos, y a buscar la verdadera felicidad y plenitud en la presencia de Dios. Nos recuerda que solo en Dios encontraremos la paz y la alegría duraderas, y que todo lo demás es pasajero y sin valor duradero.

Además, la oración de Santo Tomás de Aquino nos invita a vivir una vida de humildad, obediencia y servicio a los demás. Nos desafía a buscar la virtud en todas las áreas de nuestra vida y a ser un ejemplo para los demás a través de nuestras palabras y acciones.

En un mundo lleno de distracciones y tentaciones, la oración de Santo Tomás de Aquino nos recuerda la importancia de mantener nuestro corazón y nuestra mente enfocados en Dios en todo momento. Nos invita a buscar la gracia de Dios para resistir las influencias negativas y para perseverar en nuestra búsqueda de la verdad y la santidad.

Conclusión

La oración de Santo Tomás de Aquino es una poderosa plegaria que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con Dios y a buscar una vida de virtud y entrega a su voluntad. A través de sus peticiones, esta oración nos desafía a examinar nuestras motivaciones y deseos, y a buscar la verdadera felicidad y plenitud en la presencia de Dios.

La oración de Santo Tomás de Aquino nos recuerda la importancia de la humildad, la obediencia y el servicio a los demás. Nos desafía a buscar la virtud en todas las áreas de nuestra vida y a ser un ejemplo para los demás a través de nuestras palabras y acciones.

En un mundo lleno de distracciones y tentaciones, esta oración nos invita a mantener nuestro corazón y nuestra mente enfocados en Dios en todo momento. Nos anima a buscar la gracia de Dios para resistir las influencias negativas y para perseverar en nuestra búsqueda de la verdad y la santidad.

Que la oración de Santo Tomás de Aquino nos inspire a vivir una vida de fe y devoción a Dios, y a buscar su voluntad en todas las cosas. Que podamos encontrar la paz y la alegría duraderas en su presencia, y que podamos ser testigos vivos de su amor y gracia en el mundo. Amén.

Laura Fernandez

Laura Fernandez

¡Hola! Soy Laura Fernandez creadora de este blog sobre amor y espiritualidad. Me gusta escribir sobre internet y el amor en estos tiempos modernos.

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