Oración de las 3 de la tarde: La Divina Misericordia

- La Fuente de Misericordia
- El Océano de Misericordia
- La Misericordia Infinita
- El Amor de Jesús
- La Pasión de Jesús
- La Sangre y el Agua
- La Omnipotencia de la Misericordia
- La Súplica por los Pecadores
- El Corazón de Jesús
- La Luz para los Pecadores
- La Redención por la Sangre
- La Alegría en la Misericordia
- La Glorificación de la Misericordia
- La Fuerza y la Fortaleza
- El Salvador del Mundo
- Olvidarse de uno mismo
- La Fuente de Vida
- La Misericordia de Dios
La oración de las 3 de la tarde, también conocida como la Oración de la Divina Misericordia, es una poderosa invocación que se realiza a las 3 de la tarde, hora en la que Jesús murió en la cruz. Esta oración se basa en las revelaciones que Santa Faustina Kowalska, una religiosa polaca, recibió de Jesús en la década de 1930. Jesús le pidió a Santa Faustina que difundiera esta oración y prometió grandes gracias y misericordia para aquellos que la recitaran con fe.
La Fuente de Misericordia
La oración de las 3 de la tarde nos invita a confiar en la misericordia de Dios y a pedirle su ayuda en nuestras necesidades. Jesús le dijo a Santa Faustina: "A las tres de la tarde, implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores, y aunque sea por un breve momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de la agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar en Mi mortal tristeza. En esta hora, nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión".
La oración de las 3 de la tarde nos recuerda que Jesús es la fuente de misericordia y que podemos acudir a Él en cualquier momento para recibir su amor y perdón. Es un recordatorio de que no importa cuán grandes sean nuestros pecados, siempre podemos encontrar consuelo y redención en el corazón misericordioso de Jesús.
El Océano de Misericordia
En la oración de las 3 de la tarde, Jesús le dijo a Santa Faustina: "El océano de Mi misericordia está abierto para toda alma. Derramo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Sagrada Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese momento, se vacían todas las entrañas de Mi misericordia sobre el alma. En esa hora, nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión".
Esta imagen de un océano de misericordia nos muestra la abundancia y generosidad de Dios. Jesús nos invita a sumergirnos en su misericordia y a confiar en que Él nos perdonará y nos dará todas las gracias que necesitamos. Es un recordatorio de que no hay pecado tan grande que no pueda ser perdonado por la misericordia de Dios.
La Misericordia Infinita
La oración de las 3 de la tarde nos ayuda a comprender la infinita misericordia de Dios. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el primer domingo después de la Pascua sea la Fiesta de la Misericordia. Quien se acerque a la Fuente de Vida en ese día recibirá la remisión total de las culpas y de las penas. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata".
Esta promesa de perdón total nos muestra la inmensidad del amor de Dios. No importa cuán grandes sean nuestros pecados, si nos acercamos a Jesús con un corazón arrepentido, Él nos perdonará y nos dará una nueva oportunidad. La misericordia de Dios es infinita y siempre está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos a comenzar de nuevo.
El Amor de Jesús
La oración de las 3 de la tarde nos invita a meditar en el amor de Jesús por nosotros. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a confiar en la misericordia de Jesús nos muestra su amor incondicional por cada uno de nosotros. Jesús está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos en nuestras necesidades, solo tenemos que confiar en Él y acudir a su misericordia. Su amor por nosotros es tan grande que está dispuesto a dar su vida por nosotros y a ofrecernos su misericordia sin límites.
La Pasión de Jesús
La oración de las 3 de la tarde nos invita a meditar en la pasión de Jesús y en su sufrimiento por nuestros pecados. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Mira Mi Pasión y entonces comprenderás el amor inconcebible que tengo por las almas y te darás cuenta de cuánto sufrí por ellas".
Esta invitación a contemplar la pasión de Jesús nos ayuda a comprender el sacrificio que hizo por nosotros. Jesús sufrió y murió en la cruz para salvarnos del pecado y de la muerte. Su pasión es un recordatorio del amor inmenso que nos tiene y de su deseo de que todos seamos salvos.
La Sangre y el Agua
En la oración de las 3 de la tarde, Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el primer domingo después de la Pascua sea la Fiesta de la Misericordia. Quien se acerque a la Fuente de Vida en ese día recibirá la remisión total de las culpas y de las penas. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata".
Esta promesa de perdón total nos muestra la inmensidad del amor de Dios. No importa cuán grandes sean nuestros pecados, si nos acercamos a Jesús con un corazón arrepentido, Él nos perdonará y nos dará una nueva oportunidad. La misericordia de Dios es infinita y siempre está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos a comenzar de nuevo.
La Omnipotencia de la Misericordia
La oración de las 3 de la tarde nos invita a confiar en la omnipotencia de la misericordia de Dios. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia; que toda la humanidad reconozca Mi insondable misericordia. Es una señal para los últimos tiempos; después de ella vendrá el día de la justicia. Mientras aún hay tiempo, que los hombres recurran a la Fuente de Mi misericordia; que aprovechen el sacrificio de Mi Pasión".
Esta invitación a confiar en la misericordia de Dios nos muestra que Él tiene el poder de perdonar nuestros pecados y de transformar nuestras vidas. No importa cuán perdidos o desesperados nos sintamos, siempre podemos acudir a la misericordia de Dios y encontrar consuelo y esperanza. Su misericordia es más poderosa que cualquier pecado o dificultad que enfrentemos.
La Súplica por los Pecadores
La oración de las 3 de la tarde nos invita a suplicar por los pecadores y a pedir la misericordia de Dios para ellos. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que los sacerdotes anuncien esta gran misericordia Mía hacia las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. La llama de la misericordia de Mi Corazón arde para ellos. Todos los días, en el altar, se renueva para ellos esta fuente de misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a suplicar por los pecadores nos muestra la compasión de Jesús por aquellos que están alejados de Él. Él desea que todos los pecadores se acerquen a su misericordia y encuentren el perdón y la salvación. Nuestra oración y sacrificio pueden ayudar a abrir los corazones de los pecadores a la misericordia de Dios.
El Corazón de Jesús
La oración de las 3 de la tarde nos invita a confiar en el corazón de Jesús y a buscar refugio en su misericordia. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que los sacerdotes anuncien esta gran misericordia Mía hacia las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. La llama de la misericordia de Mi Corazón arde para ellos. Todos los días, en el altar, se renueva para ellos esta fuente de misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a confiar en el corazón de Jesús nos muestra que su misericordia es infinita y que siempre está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos. Su corazón está lleno de amor y compasión por cada uno de nosotros, y podemos acudir a Él en cualquier momento para encontrar consuelo y paz.
La Luz para los Pecadores
La oración de las 3 de la tarde nos invita a pedir la luz de la misericordia de Dios para los pecadores. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que los sacerdotes anuncien esta gran misericordia Mía hacia las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. La llama de la misericordia de Mi Corazón arde para ellos. Todos los días, en el altar, se renueva para ellos esta fuente de misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a pedir la luz de la misericordia de Dios nos muestra que Él puede iluminar los corazones de los pecadores y ayudarles a ver la verdad de su amor y perdón. Nuestra oración puede ser una fuente de luz y esperanza para aquellos que están en la oscuridad del pecado.
La Redención por la Sangre
La oración de las 3 de la tarde nos invita a meditar en la redención que Jesús nos ha dado a través de su sangre. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que los sacerdotes anuncien esta gran misericordia Mía hacia las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. La llama de la misericordia de Mi Corazón arde para ellos. Todos los días, en el altar, se renueva para ellos esta fuente de misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a meditar en la redención nos muestra que Jesús ha pagado el precio por nuestros pecados con su propia sangre. Su sacrificio en la cruz nos ha liberado del poder del pecado y de la muerte, y nos ha dado la oportunidad de vivir en comunión con Dios. Su misericordia es un regalo precioso que debemos recibir con gratitud y humildad.
La Alegría en la Misericordia
La oración de las 3 de la tarde nos invita a regocijarnos en la misericordia de Dios. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a regocijarnos en la misericordia de Dios nos muestra que su amor y perdón son motivo de alegría y gratitud. No importa cuán grandes sean nuestros pecados, siempre podemos encontrar consuelo y esperanza en su misericordia. Su amor por nosotros es incondicional y siempre está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos.
La Glorificación de la Misericordia
La oración de las 3 de la tarde nos invita a glorificar la misericordia de Dios. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a glorificar la misericordia de Dios nos muestra que su amor y perdón son dignos de alabanza y adoración. Su misericordia es un regalo precioso que debemos valorar y compartir con los demás. Al glorificar la misericordia de Dios, podemos ayudar a otros a encontrar consuelo y esperanza en su amor.
La Fuerza y la Fortaleza
La oración de las 3 de la tarde nos invita a pedir la fuerza y la fortaleza de Dios en nuestras vidas. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a pedir la fuerza y la fortaleza de Dios nos muestra que Él puede ayudarnos a superar cualquier dificultad o desafío que enfrentemos. Su misericordia es una fuente de poder y fortaleza que podemos aprovechar en nuestra vida diaria. Confiando en su misericordia, podemos encontrar la fuerza para enfrentar cualquier situación y perseverar en la fe.
El Salvador del Mundo
La oración de las 3 de la tarde nos invita a reconocer a Jesús como el Salvador del mundo. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a reconocer a Jesús como el Salvador del mundo nos muestra que Él es la única fuente de salvación y redención. Su misericordia nos ofrece la oportunidad de ser perdonados y de vivir en comunión con Dios. Al confiar en su misericordia, podemos experimentar la paz y la alegría que solo Él puede dar.
Olvidarse de uno mismo
La oración de las 3 de la tarde nos invita a olvidarnos de nosotros mismos y a vivir por los demás. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a olvidarnos de nosotros mismos nos muestra que la misericordia de Dios nos llama a amar y servir a los demás. Al poner las necesidades de los demás antes que las nuestras, podemos reflejar el amor y la misericordia de Dios en el mundo. La oración de las 3 de la tarde nos recuerda que nuestra vida tiene un propósito más grande y que podemos encontrar verdadera felicidad al vivir para los demás.
La Fuente de Vida
La oración de las 3 de la tarde nos invita a acercarnos a la fuente de vida que es Jesús. Jesús le dijo a Santa Faustina: "Deseo que el mundo conozca Mi misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia".
Esta invitación a acercarnos a la fuente de vida nos muestra que Jesús es la fuente de todo bien y de toda gracia. Al acudir a Él con fe y confianza, podemos recibir su amor y perdón, y experimentar la vida en plenitud. La oración de las 3 de la tarde nos recuerda que solo en Jesús encontramos la verdadera felicidad y la paz duradera.
La Misericordia de Dios
La oración de las 3 de la tarde nos invita a confiar en la misericordia de Dios y a pedir su ayuda en nuestras necesidades. Jesús le dijo a Santa Faustina: "A las tres de la tarde, implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores, y aunque sea por un breve momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de la agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar en Mi mortal tristeza. En esta hora, nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión".
Esta invitación a confiar en la misericordia de Dios nos muestra que Él siempre está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos en nuestras necesidades. Su misericordia es un regalo que podemos recibir con gratitud y humildad. La oración de las 3 de la tarde nos recuerda que no importa cuán grandes sean nuestros pecados, siempre podemos encontrar consuelo y redención en el corazón misericordioso de Jesús.
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