Oración 3 Avemarías: Historia y significado de la devoción

La devoción de las tres Avemarías es una práctica de oración que tiene su origen en el siglo XIII y está estrechamente ligada a Santa Matilde de Hackeborn, una monja benedictina alemana. Esta devoción consiste en recitar tres Avemarías en honor a la Santísima Trinidad y a la Virgen María, y se ha convertido en una forma popular de expresar gratitud y buscar la asistencia de la Madre de Dios en la vida y en el momento de la muerte.
Origen en el siglo XIII
La devoción de las tres Avemarías se remonta al siglo XIII, en la época en que Santa Matilde de Hackeborn vivía en el monasterio de Helfta, en Alemania. Santa Matilde era una monja benedictina conocida por su profunda espiritualidad y su amor por la Virgen María.
Santa Matilde de Hackeborn y la revelación de la devoción
Según la tradición, Santa Matilde tuvo una revelación de la Virgen María en la que se le mostró un modo especial de elevar una acción de gracias a la Santísima Trinidad. En esta revelación, la Virgen le enseñó a Santa Matilde a recitar tres Avemarías en honor a la Trinidad y a pedir su asistencia en la vida y en el momento de la muerte.
Promesa de asistencia en la muerte
En esta revelación, la Virgen María también prometió a Santa Matilde que aquellos que recitaran diariamente las tres Avemarías recibirían su asistencia especial en el momento de la muerte. Esta promesa de asistencia en la muerte ha sido una fuente de consuelo y esperanza para muchos devotos de la Virgen María a lo largo de los siglos.
La visión de Santa Gertrudis
Otra santa que tuvo una visión relacionada con la devoción de las tres Avemarías fue Santa Gertrudis, una monja benedictina que vivió en el siglo XIII. En su visión, Santa Gertrudis vio cómo las tres fuentes de agua del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo penetraban en el Corazón de María, simbolizando la unión de la Santísima Trinidad y la Virgen María.
Difusión de la devoción por otros santos
A lo largo de los siglos, otros santos han sido difusores de la devoción de las tres Avemarías. San Alfonso María de Ligorio, un destacado teólogo y fundador de la Congregación del Santísimo Redentor, promovió esta devoción como una forma de obtener la asistencia de la Virgen María en la vida y en el momento de la muerte.
Otro santo que fue devoto de las tres Avemarías fue San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana. San Juan Bosco enseñó a sus seguidores a rezar las tres Avemarías como una forma de buscar la protección y la guía de la Virgen María en su labor de educar y evangelizar a los jóvenes.
Incluso el famoso santo italiano, San Pío de Pietrelcina, más conocido como Padre Pío, afirmó que muchos se convertirían solo practicando esta devoción. San Pío de Pietrelcina tenía una gran devoción a la Virgen María y alentaba a sus seguidores a rezar las tres Avemarías como una forma de obtener su intercesión y protección.
Modo de rezar las tres Avemarías
El modo de rezar las tres Avemarías es bastante sencillo. Se comienza con una oración inicial, seguida de tres Avemarías, cada una con una intención específica. La primera Avemaría se reza para pedir la asistencia de la Virgen María en la tierra y para alejar toda potestad enemiga.
La segunda Avemaría se reza para pedir la asistencia de la Virgen María en el trance de la muerte y para llenar el alma de luces de fe y sabiduría. La tercera Avemaría se reza para pedir la asistencia de la Virgen María en la muerte y para llenar el alma de suavidad de amor divino.
Después de recitar las tres Avemarías, se concluye con un Gloria y la jaculatoria "María, por tu Inmaculada Concepción, purifica mi cuerpo y santifica mi alma". Esta jaculatoria es una expresión de confianza en la intercesión de la Virgen María y una petición para ser purificados y santificados por su gracia.
Finalización de la oración
La devoción de las tres Avemarías es una forma poderosa de oración que nos permite expresar nuestra gratitud a la Santísima Trinidad y buscar la asistencia de la Virgen María en nuestra vida y en el momento de la muerte. A través de esta devoción, podemos experimentar la cercanía y el amor maternal de la Madre de Dios, y confiar en su intercesión y protección.
Rezar las tres Avemarías nos ayuda a recordar la importancia de la oración y la intercesión de la Virgen María en nuestra vida diaria. Nos invita a confiar en su poderosa intercesión y a buscar su ayuda en todas nuestras necesidades y dificultades.
La devoción de las tres Avemarías tiene una rica historia y un profundo significado espiritual. Nos recuerda la importancia de la oración y la intercesión de la Virgen María en nuestra vida, y nos ofrece la promesa de su asistencia especial en el momento de la muerte. Que esta devoción nos ayude a crecer en nuestra relación con la Madre de Dios y a experimentar su amor y protección en nuestra vida diaria.
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