Letras de Carmelo Erdozáin La Virgen Sueña Caminos

La espera de la Virgen

La Virgen sueña caminos, está a la espera. Sabe que el niño está muy cerca y anhela su llegada. En su corazón, guarda la promesa de un Mesías que traerá paz y verdad a la tierra. Con esperanza y fe, la Virgen aguarda el momento en que su sueño se haga realidad.

El camino de Nazaret a Belén

El camino que la Virgen debe recorrer para llegar a Belén comienza en Nazaret. Es una senda llena de expectativas y emociones, donde cada paso la acerca más al lugar donde dará a luz al niño. A lo largo de este trayecto, la Virgen encuentra a personas que también creen en las promesas y la acompañan en su camino.

Los que creen en las promesas

En su camino hacia Belén, la Virgen se encuentra con personas que, al igual que ella, creen en las promesas divinas. Son aquellos que sueñan y esperan la buena nueva, que abren las puertas de su corazón al niño que está muy cerca. Juntos, comparten la esperanza y la fe en la llegada del Mesías.

La llegada del Mesías a Belén

Finalmente, la Virgen llega a la ciudad de Belén, el lugar donde dará a luz al niño. Es un momento de gran emoción y alegría, tanto para ella como para todos los que la han acompañado en su camino. La llegada del Mesías a Belén marca el cumplimiento de las promesas divinas y el inicio de una nueva era de esperanza y redención.

La búsqueda de posadas en Belén

Una vez en Belén, la Virgen y José buscan posadas donde hospedarse, pero encuentran que todas están llenas. Es un momento de incertidumbre y preocupación, ya que necesitan un lugar donde la Virgen pueda dar a luz al niño. Sin embargo, su fe no se quiebra y confían en que Dios proveerá un refugio para ellos.

La llegada del niño que está muy cerca

A pesar de no encontrar posada, la Virgen y José encuentran un establo donde refugiarse. Es en este humilde lugar donde la Virgen da a luz al niño, el Mesías esperado. Su llegada es un momento de gran alegría y esperanza, ya que representa la cercanía de Dios con la humanidad y el cumplimiento de las promesas divinas.

El Señor viene con la paz

El niño que ha nacido en Belén trae consigo la paz. Su presencia es un bálsamo para los corazones afligidos y una luz en medio de la oscuridad. El Señor viene con la paz para sanar las heridas y restaurar la armonía en el mundo.

El Señor trae la verdad

Además de la paz, el niño que ha nacido en Belén trae consigo la verdad. Su mensaje es claro y poderoso, revelando el amor y la voluntad de Dios para con la humanidad. A través de sus enseñanzas y acciones, el Señor muestra el camino hacia la verdadera felicidad y plenitud.

La alerta de la tarde

La tarde se acerca y el sol le susurra a la luna que no se duerma. Es un momento de alerta, de expectativa. La ciudad de Belén se prepara para recibir una estrella que anuncia la llegada del niño. Es un llamado a cruzar fronteras y abrir los corazones a la presencia divina.

La llegada de una estrella a Belén

La estrella llega a Belén, guiando a aquellos que buscan al niño. Es un símbolo de esperanza y guía en medio de la oscuridad. Su brillo ilumina el camino hacia el lugar donde el Mesías ha nacido, invitando a todos a acercarse y adorar al niño.

El Señor trae la verdad

Una vez más, se enfatiza que el Señor trae consigo la verdad. Su presencia en Belén es un recordatorio de que solo a través de él podemos encontrar la verdadera felicidad y plenitud. Su mensaje es claro y poderoso, invitándonos a seguir sus enseñanzas y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.