Letra de Al Altar del Señor - Canciones Religiosas

- Al altar del Señor
- Vamos con amor
- A entregar al Señor
- Lo que El nos dio
- Pan le traemos
- Trigo de Dios
- Para la mesa que El nos preparó
- Vino traemos
- Viña de Dios
- Para la fiesta de la comunión
- Luces traemos
- Para alumbrar
- La mesa santa de nuestro altar
- Flores traemos
- Para alegrar
- Esta comida de la amistad
- Hoy nuestro juego
- Nuestro dolor
- Nuestros estudios
- Canciones al Señor
- Toda la vida vamos a dar
- Para la ofrenda de Cristo en el altar
La letra de "Al Altar del Señor" es una hermosa canción religiosa que nos invita a acercarnos al altar con amor y entregar al Señor todo lo que Él nos ha dado. Esta canción nos recuerda la importancia de la comunión y la celebración de la Eucaristía, donde ofrecemos pan y vino como símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo.
Al altar del Señor
La canción comienza con la frase "Al altar del Señor, vamos con amor", invitándonos a acercarnos al altar con un corazón lleno de amor y devoción. El altar es el lugar sagrado donde se celebra la Eucaristía, y es allí donde podemos encontrarnos con Dios de una manera especial.
Vamos con amor
El amor es el motor que nos impulsa a acercarnos al altar del Señor. Es un amor profundo y sincero, que nos mueve a entregarle a Dios todo lo que somos y todo lo que tenemos. Es un amor que nos lleva a buscar la comunión con Él y a vivir de acuerdo a sus enseñanzas.
A entregar al Señor
En el altar del Señor, tenemos la oportunidad de entregarle a Dios todo lo que Él nos ha dado. Nuestra vida, nuestros talentos, nuestras alegrías y nuestras penas. Es un acto de confianza y gratitud hacia Dios, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él.
Lo que El nos dio
La letra de la canción nos recuerda que todo lo que tenemos es un regalo de Dios. Nuestro pan, nuestro trigo, nuestro vino. Todo proviene de Él y es gracias a su generosidad que podemos disfrutar de estas bendiciones. Por eso, es importante ofrecerle a Dios lo mejor de nosotros mismos.
Pan le traemos
El pan es uno de los elementos centrales en la Eucaristía. Representa el cuerpo de Cristo, que se entrega por nosotros en la cruz. Al traer pan al altar, estamos simbólicamente ofreciendo a Dios nuestra vida y nuestro ser, dispuestos a seguir sus enseñanzas y a vivir de acuerdo a su voluntad.
Trigo de Dios
El trigo es el ingrediente principal para hacer el pan. Representa la cosecha que Dios nos ha dado, el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo. Al ofrecer trigo en el altar, estamos reconociendo que todo lo que tenemos es un regalo de Dios y que estamos dispuestos a compartirlo con los demás.
Para la mesa que El nos preparó
El altar es la mesa que Dios nos ha preparado, donde podemos encontrarnos con Él de una manera especial. Es en la Eucaristía donde Jesús se hace presente en el pan y el vino, y nos invita a participar de su sacrificio redentor. Al acercarnos al altar, estamos aceptando la invitación de Dios a compartir su mesa y a ser parte de su familia.
Vino traemos
El vino es otro de los elementos centrales en la Eucaristía. Representa la sangre de Cristo, que se derrama por nosotros para el perdón de nuestros pecados. Al traer vino al altar, estamos simbólicamente ofreciendo a Dios nuestra vida y nuestras acciones, dispuestos a ser transformados por su gracia y a vivir de acuerdo a su voluntad.
Viña de Dios
La viña es el lugar donde se cultivan las uvas para hacer el vino. Representa el trabajo y el esfuerzo que implica producir algo bueno y valioso. Al ofrecer vino en el altar, estamos reconociendo que todo lo que hacemos es gracias a la gracia de Dios y que estamos dispuestos a poner nuestros talentos al servicio de los demás.
Para la fiesta de la comunión
La Eucaristía es una fiesta de comunión, donde nos unimos a Cristo y a los demás creyentes en un solo cuerpo. Al participar de la Eucaristía, estamos celebrando nuestra fe y nuestra unidad como comunidad de creyentes. Es un momento de alegría y de encuentro con Dios y con nuestros hermanos y hermanas en la fe.
Luces traemos
Las luces son símbolo de la presencia de Dios en nuestras vidas. Representan la luz de Cristo que ilumina nuestro camino y nos guía en medio de la oscuridad. Al traer luces al altar, estamos simbólicamente ofreciendo a Dios nuestra fe y nuestra esperanza, dispuestos a ser testigos de su amor y a llevar su luz al mundo.
Para alumbrar
Alumbrar es iluminar, dar luz. Al traer luces al altar, estamos simbólicamente ofreciendo a Dios nuestra vida y nuestras acciones, dispuestos a ser instrumentos de su amor y de su paz en el mundo. Es un compromiso de vivir de acuerdo a su voluntad y de ser portadores de su luz en medio de la oscuridad.
La mesa santa de nuestro altar
El altar es una mesa santa, donde se celebra la Eucaristía y se comparte el pan y el vino. Es un lugar sagrado donde podemos encontrarnos con Dios de una manera especial. Al acercarnos al altar, estamos reconociendo la presencia de Dios en nuestra vida y estamos dispuestos a recibir su gracia y su amor.
Flores traemos
Las flores son símbolo de belleza y vida. Representan la alegría y la esperanza que encontramos en Dios. Al traer flores al altar, estamos simbólicamente ofreciendo a Dios nuestra alegría y nuestra gratitud, dispuestos a vivir de acuerdo a su voluntad y a ser testigos de su amor en el mundo.
Para alegrar
Al alegrar el altar con flores, estamos simbólicamente ofreciendo a Dios nuestra vida y nuestras acciones, dispuestos a vivir con alegría y a compartir esa alegría con los demás. Es un compromiso de vivir de acuerdo a su voluntad y de ser portadores de su amor y su paz en el mundo.
Esta comida de la amistad
La Eucaristía es una comida de amistad, donde nos encontramos con Cristo y con nuestros hermanos y hermanas en la fe. Es un momento de comunión y de compartir, donde nos unimos en un solo cuerpo y en un solo espíritu. Al participar de la Eucaristía, estamos celebrando nuestra amistad con Dios y con los demás creyentes.
Hoy nuestro juego
La vida es un juego, una aventura que vivimos día a día. Al acercarnos al altar, estamos ofreciendo a Dios nuestro juego, nuestras acciones y nuestras decisiones, dispuestos a vivir de acuerdo a su voluntad y a ser testigos de su amor en el mundo. Es un compromiso de vivir con alegría y de disfrutar de la vida que Dios nos ha dado.
Nuestro dolor
El dolor es parte de la vida, pero también puede ser una oportunidad para crecer y aprender. Al acercarnos al altar, estamos ofreciendo a Dios nuestro dolor, nuestras heridas y nuestras penas, dispuestos a confiar en su amor y a encontrar consuelo en Él. Es un acto de fe y de esperanza, reconociendo que Dios está siempre a nuestro lado, incluso en los momentos más difíciles.
Nuestros estudios
Los estudios son una parte importante de nuestra vida, ya que nos permiten crecer intelectualmente y adquirir conocimientos. Al acercarnos al altar, estamos ofreciendo a Dios nuestros estudios, nuestras capacidades y nuestros talentos, dispuestos a ponerlos al servicio de los demás y a utilizarlos para glorificar a Dios. Es un compromiso de buscar la verdad y de vivir de acuerdo a ella.
Canciones al Señor
La música es una forma de expresar nuestra fe y nuestra adoración a Dios. Al cantar canciones al Señor, estamos ofreciendo a Dios nuestra voz y nuestro corazón, dispuestos a alabarlo y a glorificarlo. La música nos permite conectarnos con lo divino y nos ayuda a expresar nuestros sentimientos más profundos hacia Dios.
Toda la vida vamos a dar
La vida es un regalo de Dios y debemos estar dispuestos a ofrecerle toda nuestra vida. Al acercarnos al altar, estamos ofreciendo a Dios toda nuestra vida, nuestros sueños, nuestras metas y nuestros deseos, dispuestos a vivir de acuerdo a su voluntad y a ser testigos de su amor en el mundo. Es un compromiso de seguir a Cristo y de ser sus discípulos en todas las áreas de nuestra vida.
Para la ofrenda de Cristo en el altar
La ofrenda de Cristo en el altar es el sacrificio redentor que Jesús hizo por nosotros en la cruz. Al acercarnos al altar, estamos participando de ese sacrificio y ofreciendo a Dios nuestra vida y nuestras acciones, dispuestos a seguir a Cristo y a vivir de acuerdo a su voluntad. Es un acto de amor y de entrega total a Dios.
La letra de "Al Altar del Señor" nos invita a acercarnos al altar con amor y a entregarle a Dios todo lo que Él nos ha dado. Es una canción que nos recuerda la importancia de la comunión y la celebración de la Eucaristía, donde ofrecemos pan y vino como símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo. Al acercarnos al altar, estamos reconociendo la presencia de Dios en nuestra vida y estamos dispuestos a vivir de acuerdo a su voluntad y a ser testigos de su amor en el mundo.
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