Diferencia entre el Credo corto y el Credo largo: ¿Cuál elegir?

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El Credo es una declaración de fe que resume las creencias fundamentales de la Iglesia Católica. Existen dos versiones principales del Credo: el Credo corto, también conocido como Credo de los apóstoles, y el Credo largo, también conocido como Credo niceno-constantinopolitano. Ambos credos son importantes en la liturgia católica, pero tienen diferencias significativas en su origen, formulación, lenguaje, contenido y propósito. En este artículo, exploraremos en detalle estas diferencias para ayudarte a comprender mejor cada uno de ellos y decidir cuál elegir.

Credo corto o Credo de los apóstoles

El Credo corto, también conocido como Credo de los apóstoles, es una versión más breve del Credo que se encuentra en la liturgia católica. Recibe su nombre de la creencia de que fue formulado por los apóstoles mismos. Aunque no hay evidencia histórica concluyente de que los apóstoles lo hayan escrito, se cree que el Credo corto está basado en la doctrina enseñada por los apóstoles y ha sido transmitido a lo largo de los siglos.

Credo largo o Credo niceno-constantinopolitano

El Credo largo, también conocido como Credo niceno-constantinopolitano, es una versión más extensa del Credo que se encuentra en la liturgia católica. Fue formulado en los concilios de Nicea en el año 325 y de Constantinopla en el año 381. Estos concilios fueron convocados para abordar las herejías y controversias que surgieron en la Iglesia primitiva, especialmente la herejía arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo, y la herejía de los pneumatómacos, que negaba la divinidad del Espíritu Santo.

Origen y formulación de cada credo

El Credo corto, como se mencionó anteriormente, se cree que está basado en la doctrina enseñada por los apóstoles. Aunque no se puede atribuir directamente a los apóstoles, se considera una expresión fiel de su enseñanza y ha sido transmitido a lo largo de los siglos. Su formulación es simple y directa, utilizando un lenguaje bíblico y enumerando las acciones históricas de Jesucristo, como su nacimiento, su muerte y su resurrección.

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El Credo largo, por otro lado, fue formulado en los concilios de Nicea y de Constantinopla en respuesta a las herejías y controversias que surgieron en la Iglesia primitiva. Su formulación es más compleja y utiliza un lenguaje filosófico griego. A diferencia del Credo corto, el Credo largo no se basa directamente en la enseñanza de los apóstoles, sino que se centra en afirmar la divinidad de Jesucristo y del Espíritu Santo, en respuesta a las herejías arriana y de los pneumatómacos.

Lenguaje y contenido del Credo corto

El Credo corto utiliza un lenguaje bíblico y enumera las acciones históricas de Jesucristo. Comienza con la afirmación "Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra", reconociendo a Dios como el creador de todo. Luego, se menciona a Jesucristo como "su único Hijo" y se enumeran las acciones que realizó, como su concepción por obra del Espíritu Santo, su nacimiento de la Virgen María, su sufrimiento bajo el poder de Poncio Pilato, su muerte en la cruz, su sepultura y su resurrección al tercer día.

Lenguaje y contenido del Credo largo

El Credo largo utiliza un lenguaje filosófico griego y no se basa directamente en la Biblia. Comienza con la afirmación "Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible". Luego, se centra en afirmar la divinidad de Jesucristo, declarando que es "Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre". También afirma la divinidad del Espíritu Santo, diciendo que "procede del Padre y del Hijo". El Credo largo también menciona la Iglesia y la resurrección de los muertos.

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Enfoque y propósito de cada credo

El Credo corto se enfoca en la persona de Jesucristo y en las acciones que realizó para la salvación de la humanidad. Su propósito es afirmar la fe en Jesucristo como el Hijo de Dios y como el Salvador del mundo. Es una declaración sencilla y directa de las creencias fundamentales de la Iglesia.

El Credo largo, por otro lado, se enfoca en afirmar la divinidad de Jesucristo y del Espíritu Santo. Su propósito es responder a las herejías y controversias que surgieron en la Iglesia primitiva y reafirmar la fe en la Trinidad. Es una declaración más detallada y compleja de las creencias fundamentales de la Iglesia.

Respuesta a herejías y controversias

El Credo corto no fue formulado específicamente en respuesta a ninguna herejía o controversia en particular. Se considera una expresión fiel de la enseñanza de los apóstoles y ha sido transmitido a lo largo de los siglos como una declaración de fe básica.

El Credo largo, por otro lado, fue formulado específicamente en respuesta a las herejías arriana y de los pneumatómacos. La herejía arriana negaba la divinidad de Jesucristo, enseñando que era una criatura creada por Dios. La herejía de los pneumatómacos negaba la divinidad del Espíritu Santo. El Credo largo fue formulado para reafirmar la divinidad de Jesucristo y del Espíritu Santo y refutar estas herejías.

Inclusión de la frase "y del Hijo"

Una diferencia importante entre el Credo corto y el Credo largo es la inclusión de la frase "y del Hijo" en el Credo largo. Esta frase, conocida como el Filioque, fue añadida al Credo largo en el siglo VI en Occidente. Su inclusión fue motivo de controversia entre la Iglesia de Occidente y la Iglesia de Oriente y fue uno de los factores que contribuyeron al Cisma de 1054, que dividió a la Iglesia en la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa.

Uso litúrgico del Credo corto

El Credo corto se recita en el bautismo y en la Misa del domingo. Es una parte integral de la liturgia católica y es una declaración de fe que todos los fieles recitan juntos como una comunidad. Su brevedad y simplicidad lo hacen fácil de aprender y recitar, y su contenido se centra en las acciones históricas de Jesucristo para la salvación de la humanidad.

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Uso litúrgico del Credo largo

El Credo largo se recita especialmente en la Misa del domingo. Aunque también se puede recitar en otras ocasiones litúrgicas, como en la celebración de los sacramentos, su uso principal es en la Misa del domingo. Su formulación más detallada y compleja refleja su propósito de responder a las herejías y controversias que surgieron en la Iglesia primitiva y reafirmar la fe en la Trinidad.

Estructura común de ambos credos

A pesar de sus diferencias, tanto el Credo corto como el Credo largo tienen una estructura común en tres partes, siguiendo la Trinidad: Creo en Dios Padre creador, creo en Jesucristo su Hijo, creo en el Espíritu Santo y en la Iglesia. Ambos credos afirman la fe en Dios como el creador de todo, en Jesucristo como el Hijo de Dios y en el Espíritu Santo como la tercera persona de la Trinidad. También mencionan la Iglesia como el cuerpo de Cristo en la tierra.

El Credo corto y el Credo largo son dos versiones principales del Credo en la liturgia católica. El Credo corto se basa en la doctrina enseñada por los apóstoles y se enfoca en la persona de Jesucristo y en las acciones que realizó para la salvación de la humanidad. El Credo largo fue formulado en respuesta a las herejías y controversias que surgieron en la Iglesia primitiva y se enfoca en afirmar la divinidad de Jesucristo y del Espíritu Santo. Ambos credos son importantes en la liturgia católica y tienen una estructura común en tres partes, siguiendo la Trinidad. La elección entre el Credo corto y el Credo largo depende de las preferencias personales y de la ocasión litúrgica en la que se recite.

Laura Fernandez

Laura Fernandez

¡Hola! Soy Laura Fernandez creadora de este blog sobre amor y espiritualidad. Me gusta escribir sobre internet y el amor en estos tiempos modernos.

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