Cual es el Credo de Nicea - Símbolo niceno-constantinopolitano

El Credo de Nicea, también conocido como el Símbolo niceno-constantinopolitano, es una declaración de fe fundamental en el cristianismo. Fue formulado en los concilios de Nicea (325 d.C.) y Constantinopla (381 d.C.) y ha sido aceptado por la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y muchas denominaciones protestantes. Este credo es una afirmación de las creencias centrales de la fe cristiana y establece los fundamentos de la doctrina trinitaria.
Contenido del Credo de Nicea
El Credo de Nicea consta de varias afirmaciones clave que describen las creencias fundamentales de los cristianos. Estas afirmaciones incluyen:
Creencia en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Esta afirmación establece la creencia en la existencia de un solo Dios, quien es el Creador de todo lo que existe en el universo.
Creencia en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Esta afirmación reconoce a Jesucristo como el Hijo único de Dios, quien existía antes de la creación del mundo y es igualmente divino.
Creencia en que Jesucristo es Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre. Esta afirmación enfatiza la divinidad de Jesucristo y su relación única con Dios Padre. Jesucristo es de la misma naturaleza que el Padre y no fue creado, sino engendrado.
Creencia en que Jesucristo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre por obra del Espíritu Santo. Esta afirmación se refiere a la encarnación de Jesucristo, es decir, su nacimiento como ser humano a través de la Virgen María. Se reconoce que Jesucristo es plenamente Dios y plenamente humano.
Creencia en que Jesucristo fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció, fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras. Esta afirmación se refiere a la muerte y resurrección de Jesucristo. Se reconoce que Jesucristo murió en la cruz, fue enterrado y resucitó al tercer día, tal como está registrado en las Escrituras.
Creencia en que Jesucristo subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre. Esta afirmación se refiere a la ascensión de Jesucristo al cielo después de su resurrección. Se reconoce que Jesucristo está sentado a la derecha de Dios Padre, lo que indica su posición de autoridad y poder.
Creencia en que Jesucristo volverá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Esta afirmación se refiere a la segunda venida de Jesucristo, cuando regresará en gloria para juzgar a vivos y muertos. También se afirma que su reino será eterno.
Creencia en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo. Esta afirmación reconoce la existencia y la divinidad del Espíritu Santo, quien es el Señor y el dador de vida. Se afirma que el Espíritu Santo procede tanto del Padre como del Hijo.
Creencia en que el Espíritu Santo recibe la misma adoración y gloria que el Padre y el Hijo. Esta afirmación establece que el Espíritu Santo es digno de adoración y gloria, al igual que el Padre y el Hijo. Se reconoce la igualdad de honor y reverencia hacia el Espíritu Santo.
Creencia en que el Espíritu Santo habló por los profetas. Esta afirmación reconoce la obra del Espíritu Santo a través de los profetas en la revelación de la Palabra de Dios. Se afirma que el Espíritu Santo inspiró y guió a los profetas en la escritura de las Escrituras.
Creencia en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Esta afirmación se refiere a la Iglesia como el cuerpo de creyentes en Jesucristo. Se reconoce que la Iglesia es una, santa (es decir, separada para Dios), católica (es decir, universal) y apostólica (es decir, fundada sobre los apóstoles).
Creencia en un solo bautismo para el perdón de los pecados. Esta afirmación se refiere al sacramento del bautismo, que se considera un acto de perdón de los pecados y una entrada a la comunidad de creyentes.
Esperanza en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro. Esta afirmación se refiere a la esperanza de los cristianos en la resurrección de los muertos y en la vida eterna en el mundo futuro.
El Credo de Nicea es una declaración de fe que establece las creencias fundamentales de los cristianos. A través de sus afirmaciones, se reconoce la divinidad de Jesucristo, la existencia del Espíritu Santo, la importancia de la Iglesia y la esperanza en la vida eterna. Este credo ha sido una parte central de la tradición cristiana durante siglos y sigue siendo una declaración de fe importante para millones de personas en todo el mundo.
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